Todos sabemos que los efectos de la pandemia de COVID-19 han sido devastadores y -la palabra del año- sin precedentes. Ante la urgente necesidad de ser más ágiles, flexibles y transparentes, las Entidades Fiscalizadoras Superiores (EFS) de todas las regiones han tenido que replantearse el calendario, la visibilidad y el alcance de su labor de auditoría. Esta situación ha complicado un asunto ya de por sí complejo…